Por primera vez se realizó en Latinoamérica una Consulta Regional del Comité de los Derechos del Niño y la Niña, en este espacio participó Samuel, un adolescente de 17 años y quien ha estado vinculado en programas de desarrollo de World Vision.
Llano verde es un barrio que en sus inicios fue conocido como el “basurero de navarro”, situación que, a pesar del tiempo y algunas intervenciones locales, no borra su reputación e historia. La falta de recolección de basuras ha afectado la salud, la imagen y el espacio social del barrio además de contar con repercusiones en una de las Instituciones educativas del sector donde replican las malas prácticas de recolección de basuras.
Gracias al apoyo de la Oficina de Población Refugiados y Migración- PRM del Departamento de Estado de los Estados Unidos, en la tercera fase del proyecto liderado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y World Vision, en las ciudades de Medellín, Cali y Cartagena, se apoyará a más de 580 familias con asistencia humanitaria para alojamiento como respuesta a los flujos migratorios provenientes de Venezuela.
Los flujos migratorios mixtos siguen fluctuando en todo el continente americano. Las carreteras de Colombia continúan acogiendo a la población migrante proveniente de Venezuela, colombianos retornados y comunidades de acogida, quienes han agregado a su lugar de destino Estados Unidos en búsqueda del sueño americano.
Durante los picos más altos de contagio a causa de la pandemia por COVID-19, miles de migrantes venezolanos se vieron desalojados de sus hogares y tuvieron dificultades para conseguir alimentos, según ACNUR. Ante esta realidad durante los años 2021 y 2022, el programa VenEsperanza, de la mano de World Vision, apoyó a más de 10.800 hogares pertenecientes a población migrante, retornada y de acogida en 15 municipios del departamento del Atlántico con asistencia multipropósito, talleres de alimentación complementaria y lactancia materna, además de apoyo en el pre-registro con el ETPV.
Las organizaciones humanitarias Comité Internacional de Rescate (IRC), Mercy Corps, Save the Children y World Vision se unieron en 2019 para apoyar las necesidades más apremiantes de las personas migrantes, refugiadas, retornadas de Venezuela y comunidades de acogida, dando lugar al programa de asistencia humanitaria multipropósito más grande de América Latina. Estas cuatro ONGs internacionales firmaron un nuevo acuerdo en agosto del 2022 con el que renovaron su compromiso hasta 2024. Ahora presentan la campaña Lejos de casa, cuentas conmigo, con la que exponen los problemas que afrontan quienes migran a Colombia a la vez que se resalta su capacidad para salir adelante. Son historias de personas migrantes y refugiadas de 10 departamentos del país y se pueden consultar en la página web oficial del programa VenEsperanza.
Más de 850 estudiantes, madres, padres, cuidadores, docentes y directivos de seis Instituciones Educativas priorizadas han participado de actividades enfocadas en la educación y protección de la niñez, la entrega de uniformes escolares, raciones alimentarias y la rehabilitación de aulas y baterías sanitarias, esto con el objetivo de disminuir la deserción escolar y fortalecer las capacidades protectoras de los docentes y familias.
Por medio de asistencia humanitaria multipropósito, jornadas de nutrición y alimentación complementaria, pre-registro del ETPV y el apoyo a los caminantes en el albergue La Donjuana y CAS Berlín, más de 22.100 migrantes venezolanos, colombianos retornados y población perteneciente a las comunidades de acogida, participaron del programa VenEsperanza en los departamentos de Norte de Santander y Santander desde octubre 2021 a septiembre 2022.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 432.000 muertes en el mundo son consecuencia del consumo de agua no potable y prácticas de saneamiento e higiene deficientes. Ante esta realidad, en Norte de Santander y La Guajira se desarrollan actividades lúdico-pedagógicas para fortalecer las de capacidades de las niñas, niños y adolescentes en temáticas relacionadas al lavado de manos, el correcto almacenamiento de las basuras y la importancia de la limpieza de los alimentos.
Más de 6.000 personas pertenecientes a la población migrante, retornada y de acogida fueron atendidas durante el primer año del proyecto Esperanza Sin Fronteras, el cual se llevó a cabo en Cundinamarca y Boyacá por medio de atención integral a las familias con vocación de permanencia y pendulares. Un informe sobre las cifras de niñez migrante no acompañada y separada, que transita por las principales rutas caminantes en el país, fue parte de los resultados del proyecto.
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