Violencia en los colegios, un tema que nos involucra a todos

No le eche la culpa a los colegios si su hijo promueve el matoneo. Según expertos, las conductas agresivas son indicio de que en los hogares, u otros espacios frecuentados por los niños, hay manifestaciones de violencia que luego se reproducen en las aulas de clase. El bullying y matoneo, un asunto que le compete a todos.

06-07-2018
El Bullying es una de las formas de violencia que más afecta a la niñez en entornos escolares

Desde ahora, los colegios podrán sancionar con expulsión a los estudiantes que afecten la dignidad de sus compañeros a través de redes sociales, así lo facultó la Corte Constitucional. Se induce que si un organismo como este centra su atención en la forma en que se relacionan los estudiantes, es porque debe haber un esfuerzo para evitar situaciones de violencia que se están presentando al interior de las instituciones educativas. El bullyng o matoneo es más frecuente de lo que piensan los padres, madres y docentes; y según expertos, es un asunto que se está saliendo de control.

“La mayoría de niños que presencian actos violentos en contra de sus compañeros prefieren callar por temor a que sean agredidos de la misma manera. Por eso, los acudientes nunca nos enteramos y realmente no debemos permitir que haya silencio frente a estas acciones de matoneo que afectan a los niños”, asegura Fedra Rubio, experta en asuntos de niñez para la ONG World Vision Colombia.

El bullying o matoneo es una acción repetitiva que causa un daño físico, psicológico y emocional en los niños y niñas. “Detrás del victimario hay situaciones que inciden para que se comporte de tal manera, es decir, si en su casa u otros entornos se presentan hechos violentos, lo más probable es que los replique porque es un patrón que le están enseñando”, enfatiza Rubio.

En ese sentido, si más de diez mil menores de 18 años fueron víctimas de violencia intrafamiliar durante el último año, de acuerdo con datos de Medicina Legal, podría inferirse que una gran parte de esos diez mil niños y niñas podrían ser generadores de conflicto entre sus pares, en las instituciones. “Los padres de familia no deben ignorar los comportamientos que presenten sus hijos e hijas. Sólo así se puede trabajar conjuntamente con las instituciones educativas”.


Eliminar la violencia contra la niñez en las instituciones educativas es un compromiso de todos iso de
Eliminar la violencia contra la niñez en las instituciones educativas es un compromiso de todos

¿Cómo darse cuenta si un niño o niña es víctima o victimario de matoneo escolar?

En el peor de los casos, varios niños, adolescentes y jóvenes han optado por quitarse la vida debido a la violencia de la que han sido víctimas en sus colegios. World Vision, ONG experta en temas referentes a bienestar y protección integral de la niñez y adolescencia, explica cuáles son los signos de alerta para acompañar a un estudiante afectado por bullying o matoneo.“Es muy importante identificar el aislamiento, el bajo rendimiento académico y el estado emocional para desarrollar acciones preventivas. Igualmente, no ser ciegos frente a las agresiones físicas”, recomienda Fedra Rubio. Adicional, la experta sugiere tener en cuenta cuando un niño o niña tiene miedo de ir a clase o pide que se le cambie de institución.

Con respecto al victimario, las conductas agresivas siempre serán un mal síntoma. “Lo correcto es hacer un acompañamiento continuo y establecer hábitos en los que ellos puedan afrontar las dificultades. El cambio de colegio no es necesariamente una opción válida para erradicar el problema”

Fedra Rubio propone que en las instituciones educativas se implementen talleres de convivencia a fin de crear ambientes sanos y seguros; así como también, por medio de orientación psicológica, acompañar a los estudiantes que se han visto involucrados en hechos de matoneo. “La resolución de los conflictos puede lograrse incluso con la cátedra de paz y con el seguimiento por parte de los comités de convivencia territorial”, asegura.

Lo que pase en el proceso de aprendizaje de los niños y niñas no es un asunto que sólo le compete a los maestros y directores que acompañan más de cerca el aprendizaje, sino también a los padres, madres y cuidadores quienes deben reforzar el trabajo hecho en las aulas de clase.

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