SIN FRONTERAS PARA APRENDER

Jazmín, a sus 14 años, ya ha escapado dos veces de casa. Ella no ha terminado la primaria debido a que los profesores en Boca de Grita, municipio de Venezuela donde vive actualmente, solo dan dos días de clases en la semana. Conoce cómo el proyecto 'La educación no puede esperar' financiado por Education Cannot Wait y World Vision la apoyó para que pudiera volver a estudiar y graduarse de primaria.

18-01-2024
Jazmin, participante del proyecto ECW

Jazmín, a sus 14 años, ya ha escapado dos veces de casa. Ella no ha terminado la primaria debido a que los profesores en Boca de Grita, municipio de Venezuela donde vive actualmente, solo dan dos días de clases en la semana. Además, la pandemia y otras situaciones como la huelga de maestros, le hicieron perder el interés por aprender. Estas dificultades en la escuela han repercutido en la relación con su mamá y sus acciones al interior del hogar.  

Zenaida, la madre de Jazmín, y sus cuatro hermanos, viven en una casa de un piso, con un cobertizo hecho de palma seca y con paredes azules desvaídas por el tiempo. En la familia, los pequeños detalles cuentan pues todos los días con una oración bendicen su hogar, piden por la infraestructura de su casa y por tener oportunidades de estudio y trabajo.   

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Estos valores y anhelos fueron los que construyeron durante el 2023 un sueño en Jazmín y en su familia: que ella pudiera terminar la primaria.  

No ha sido fácil. La edad avanzada para retomar los estudios en grado cuarto o quinto (extraedad), además de la poca intensidad horaria de clases en Venezuela, representaron un obstáculo importante. No obstante, con ese ímpetu de no rendirse, decidieron cruzar la frontera e ir al municipio de Puerto Santander, en Colombia.   

“Cuando recién llegamos acá preguntamos en la Integrada (una escuela) a ver si podía estudiar ahí, y pues dijeron que no había cupo, y a mi mamá la pasaron para aquí, a Puerto Santander, y me aceptaron”, comenta Jazmín al recordar cómo fue el proceso de llegar a la institución educativa donde conoció el proyecto “La Educación No Puede Esperar”, financiado por el fondo de educación en emergencias Education Cannot Wait e implementado por World Vision en el territorio.  

Jazmín entró a estudiar con el modelo educativo flexible Aceleración del Aprendizaje, el cual está aprobado por el Ministerio de Educación, y así en el transcurso de un año lectivo, niveló sus estudios de básica primaria, fortaleciendo competencias en lecto-escritura, matemáticas y habilidades socioemocionales.  

“Cuando inició las clases ella se iba en bicicleta, salía de aquí en la mañana y se devolvía en la tarde. Pero muchas veces le tocaba venirse a pie porque la bicicleta se le pinchaba o tenía el peligro de que se la robaran. Ya luego le pusieron el transporte para Puerto Santander y fue una bendición”, afirmó Zenaida.  

El proyecto, dentro de su estrategia integral para contribuir al acceso y la permanencia escolar, se enfocó en que las niñas, los niños y los adolescentes puedan asistir a la escuela sin preocuparse por las distancias, los recursos para los útiles escolares o el dinero para los alimentos. Todos estos elementos se les brindó a los estudiantes, que como Jazmín, debían escoger entre el estudio o la alimentación de su familia. Este proyecto se implementó en los departamentos de La Guajira, Antioquia y Norte de Santander. 

“Lo más importante es que he aprendido mucho, me ha ayudado (el proyecto), porque la profe Carolina habla conmigo, si uno no quiere hacer algo, aquí a uno lo animan y lo ayudan a hacer las cosas. En otros colegios yo no veía eso, sino que nos regañaban mucho”, comparte Jazmín.  

Ahora, Jazmín sale en el cuadro de honor de su clase. El interés por el estudio ha crecido, ya no piensa en escapar de casa, sino en continuar aprendiendo para poder ser una ingeniera de construcción o soldado profesional.  

Jazmín fue una de las adolescentes graduadas del modelo de Aceleración del Aprendizaje en Puerto Santander y ya puede ingresar a un aula regular y acorde al grado para su edad para continuar con su educación secundaria. Historias cómo las de Jazmín las ha logrado el proyecto “La Educación No Puede Esperar” en sus tres años de implementación, dónde se logró mejorar las condiciones, permanencia y pertinencia (calidad educativa), a más de 13.100 participantes entre el 2021 y 2023.


Sobre ‘La educación no puede esperar’

‘La educación no puede esperar’ es una alianza financiada por Education Cannot Wait y es conformada por el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), Fundación PLAN, Save the Children, World Vision y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que se unen para trabajar por la educación de la niñez en nueve departamentos de Colombia. De forma articulada, se promueve el acceso a la educación de una manera equitativa y segura, con estándares de protección para mejorar el bienestar de la niñez migrante y de las comunidades de acogida.

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