SACRIFICIOS PARA SOBREVIVIR

“Con la primera ayuda llegó navidad. Por fin mis hijos pudieron tener un juguete cada uno y pude preparar una pequeña cena navideña venezolana que hace ya muchos años no había tenido la oportunidad de disfrutar”. Esta fue una de las primeras alegrías que Leidy Mar pudo disfrutar en los tres años que lleva en el municipio de Soledad en Atlántico, al haber salido de su país en julio 2018 a causa de la crisis humanitaria.

12-05-2021
Historia de vida de VenEsperanza

En Venezuela Leidy Mar vivía en Maracaibo, estado de Zulia, con su mamá, su esposo y sus dos hijos: Marcos, quién actualmente tiene 12 años y Alexa de 5 años. La situación, como ella misma menciona, se volvió desesperante pues al haber escasez de comida bajó mucho de peso. Además, en varias oportunidades, ella y su esposo dejaban la cena para el desayuno de sus hijos y que no fueran al colegio con el estómago vacío.

Después de una larga conversación, su esposo decidió emprender un viaje a Colombia en búsqueda de nuevas alternativas. Llegó en abril para estabilizarse un poco y poder traer a Leidy Mar y su familia. Tomaron un bus desde Maracaibo, lugar donde vivían en el vecino país, hasta Maicao y luego a Soledad donde viven actualmente.

Sin embargo, llegar a un país desconocido, con a penas los 20.000 pesos que su esposo podía reunir al trabajar como asistente de refrigeración, ocasionó que el pago del arriendo y la alimentación de todos los días fuera una preocupación a cada momento. En ocasiones comían solo dos veces al día e incluso, cuando la situación empeoró, solo se alimentaban una vez.

“Lo más difícil que he tenido que hacer es salir a la calle con mis hijos a pedir dinero para poder comer y pagar el arriendo. Fue muy complicado para mí”.

A pesar de haber conseguido un pequeño trabajo ayudando como señora del servicio, el dinero que obtenía lo gastaba en el cuidado de su hija y en transporte público. Al final renunció para velar por el bienestar de sus hijos, ya que no se sentía tranquila al dejar a su hijo mayor solo ante los casos de inseguridad que se presentan en el barrio donde viven.

Enseguida empezó a buscar apoyo y aplicó por medio de World Vision a VenEsperanza*, programa de asistencia humanitaria del cual fue beneficiada. Lo primero que hizo fue comprarles zapatos a sus hijos y comida para toda su familia. Además, en una ocasión pudo enviarle un poco de dinero a su madre que aún sigue en Venezuela, para  ayudarla con lo que pudiera.

Compró una nevera para vender bolis y hielo con la segunda entrega para poder generar un poco más de ingresos. Con la tercera, compró un mejor teléfono ya que el que tenía estaba dañado y sus hijo mayor lo necesitaba para las clases virtuales. No quería que dejara de estudiar.

“Lo que gano con la venta del boli y hielo, que son 10.000 pesos a la semana, más o menos, los uso para recargar el teléfono y que mi hijo pueda tener internet para sus clases. Trato de vender en la mañana y en la tarde para tener la oportunidad de ganar dinero pero también cuidar de mis hijos”.

Por otro lado, a inicios de febrero, asistió a los talleres de educación nutricional del mismo programa en los que aprendió mejores maneras de alimentar a sus hijos como con frutas y verduras, evitando frituras, gaseosas, etc. Todo ello para que no se vayan a enfermar y puedan seguir creciendo. Espera seguir aprendiendo mucho más.

Laidy Mar piensa comprar una aspiradora profesional en cuanto reúna lo suficiente para trabajar en la limpieza de muebles en casas y apoyar a su esposo. Sabe que su trabajo dará frutos y que con constancia y paciencia, su familia va a poder salir adelante.

*Ven Esperanza es un programa de asistencia humanitaria multipropósito de emergencia para satisfacer las necesidades humanitarias más urgentes de personas en situación de mayor vulnerabilidad, como migrantes venezolanos, retornados colombianos y comunidades de acogida. Este es un programa GRATUITO que es posible gracias al apoyo de la población de los Estados Unidos junto con las organizaciones humanitarias: Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps, Save the Children y World Vision en apoyo a la respuesta humanitaria del Gobierno Nacional de Colombia.

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