PREVENCIÓN DE RIESGOS EN LA RUTA: UNA FORMA DE SALVAR VIDAS

Leslia, de 57 años, sale de Caracas, Venezuela, con su familia en búsqueda del sueño americano. Junto con sus hijos, nueras y nieta, querían tener otra vida, empezar de cero y poder contar con trabajos estables. Les recomendaron los Estados Unidos como destino. Conoce esta historia del proyecto Esperanza Sin Fronteras en la región centro.

19-04-2023
Esperanza Sin Fronteras brinda atención en ruta a familias migrantes, retornadas y de acogida

Leslia, de 57 años, sale de Caracas, Venezuela, con su familia en búsqueda del sueño americano. Junto con sus hijos, nueras y nieta, querían tener otra vida, empezar de cero y poder contar con trabajos estables. Les recomendaron los Estados Unidos como destino.

Con un plan en mente, en el mes de marzo, Leslia y su familia empezaron a caminar por las carreteras de Colombia llegando a Bogotá, pasando por climas de extremo frio y transitando horas por caminos difíciles.

El 16 de marzo, llegan a un punto de atención humanitaria sobre la via Bogotá-Girardot donde pudieron descansar y tomar alientos para continuar su camino. En este lugar, la familia conoce de Esperanza Sin Fronteras, un proyecto financiado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y la organización humanitaria World Vision, que brinda apoyo humanitario y atención en ruta por medio de charas de prevención de riesgos en su caminar, Espacios Amigables para la Niñez, entre otras acciones dirigidas a la población refugiada y migrante.

En este punto, Leslia y su familia participan de una charla que brinda orientación sobre riesgos en la vía, riesgos para la niñez migrante, los riesgos propios del paso por la selva del Darién, entre otras orientaciones. No obstante el grupo continua su camino consientes de las dificultades de emprender este viaje al norte del continente.

Sin embargo, el 22 de marzo, Leslia y su nieta de 14 años vuelven al punto de atención humanitaria. “No continué por el frio. A mi edad, no puedo con esos climas y caminando es muy fuerte, por eso decidí no avanzar más con mi nieta”. No obstante, esa no fue la única razón de su regreso al punto de atención con World Vision.

“En el camino, una señora me ofreció alojamiento y trabajo. Mis hijos y nuera, siguieron adelante para continuar y llegar a Estados Unidos y yo me quedé con mi nieta. Pero salí de allí porque no me pagó lo que trabajé y porque me di cuenta que la señora tenía interés en la niña. Me dio miedo”.

Al notar estos comportamientos extraños y recordar las recomendaciones en protección brindadas en el punto humanitario sobre cuidar siempre a los niños, no dejarlos solos y alejarlos de los peligros que se puedan encontrar, decide salir del lugar y pedir a alguien que la acerque al punto de atención humanitaria.

Cuando llega al punto, los profesionales atienden su caso activando las respectivas rutas de atención con las entidades pertinentes. Actualmente Leslia y su nieta están en un alojamiento cercano y seguro mientras World Vision inicia el proceso de transporte humanitario a Cúcuta donde tienen red de apoyo y familiares. “Con la ayuda de la organización iré allá de nuevo para trabajar para mi nieta y para mi vendiendo postres para seguir adelante”.

Como respuesta a las situaciones de riesgo a la que se enfrenta la población migrante, Esperanza Sin Fronteras prioriza el transporte humanitario de cientos de migrantes para mitigar riesgos de protección como lo son: la trata de personas, el tráfico de personas, la explotación sexual, la violencia basada en género, entre otros.


Sobre World Vision

World Vision es una organización global de desarrollo, ayuda humanitaria, Advocacy (incidencia política y movilización), promotora de la justicia  y de principios cristianos, centrada en la protección integral con ternura de las niñas y niños más vulnerables, incidiendo en la superación de la pobreza extrema, la plenitud de la vida y la transformación humana.

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