La semilla del amor hoy tiene fruto
Zaira es patrocinada desde los 5 años, egresada de la primera promoción del Colegio Visión Mundial 2010, y ahora que finalizó sus estudios universitarios es voluntaria comunitaria de World Vision. La organización ha estado presente en toda su vida.
“Agradezco a World Vision por llegar a mi vida”, son las palabras de Zaira García, voluntaria patrocinada desde los 5 años que vivió en condiciones adversas y que afirma haber tomado la mejor decisión de su vida, trabajar en pro de la niñez en situación de vulnerabilidad. Su labor ha impactado positivamente la vida de niños, niñas y adolescentes que ven en ella un ejemplo a seguir; cada actividad que realiza hoy le recuerda que alguna vez fue ella, quien estuvo allí.
Desde niña admiraba el amor, entrega y compromiso de las voluntarias por el bienestar y protección de la niñez .Con una gran sonrisa en su rostro y su mirada transparente manifiesta la gratitud hacia la ONG que por años la vio crecer: “Era tan solo una niña cuando fui patrocinada por World Vision, ahora soy yo quien trabaja por ellos”
Gracias a la intervención de World Vision a través de los diferentes programas de inclusión y participación social, Zaira al haber sido una niña frágil y expuesta a peligros no tomó rumbos inequívocos, antes bien, la aparición de la organización fue una bendición para ella y su familia, “Cualquiera de nosotros podíamos desviarnos fácilmente pero gracias a la intervención de World Vision mi vida tomó otro camino”
Ahora que Zaira es voluntaria agradece seguir siendo parte de la organización y realizar lo que desde niña siempre soñó “Me llena de mucha alegría desarrollar lo que alguna vez soñé, Jamás imaginé volver”, hoy en día trabaja por los niños, con la misma, e incluso mayor pasión y entrega; A través de su labor ha transformado la compleja realidad de niños y niñas en condición de vulnerabilidad. Una mujer que con su ejemplo y dedicación, ilumina el camino de presentes y futuras generaciones.
