CONSTRUYENDO CAMINOS DE PROTECCIÓN Y UNIÓN FAMILIAR

El caminar de Juan Carlos* y José*, dos primos de 15 años que viajaban por las carreteras de Colombia rumbo a Perú en el 2021, estuvo lleno de grandes desafíos, engaños y riesgos en su búsqueda de mejores condiciones de vida a las que tenían en su país natal, Venezuela.Conoce su historia.

28-11-2022
Casos de reunificación familiar de niñas y niños que viajan solos por las carreteras del país.

En el camino, antes de cruzar la frontera, conocieron a un hombre adulto que les prometió distintos trabajos en Bogotá ya fuera como vendedores de ropa, haciendo turnos en discotecas o como obreros en construcciones. Los convenció de seguirlo hasta la capital del país, disuadiéndolos de continuar hacía Perú, pues al ser menores de edad, podrían ponerles más problemas.

Juan Carlos y José accedieron a irse con él. Por fin iban a poder contar con un ingreso seguro, al menos por un tiempo, antes de poder ahorrar y continuar más cómodamente su trayecto hacia su lugar de destino. Sin embargo, pronto se dieron cuenta del engaño. Este hombre, que les había hecho grandes promesas, se fue dejándolos solos en Bogotá, una ciudad con más de 1.700 kilómetros sin ningún punto de referencia o conocido al cual acudir.

Mientras caminaban sin rumbo fijo, uno de los socios con los que trabaja World Vision en el marco del proyecto Esperanza Sin Fronteras, llamado Fundación Bethany, los identificó como adolescentes no acompañados y, tras entablar una conversación, decidieron activar el protocolo de ruta de protección con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad que trabaja por la prevención y protección integral de la primera infancia, infancia y adolescencia y el fortalecimiento de los jóvenes y las familias.

Mientras se les brindaba el apoyo a Juan Carlos y José, el caso fue remitido a World Vision para brindar apoyo con transporte humanitario. De inmediato, se realizó la comunicación con uno de sus padres, Javier*, un hombre mayor de 50 años de edad, quien al conocer la situación de sus familiares, decidió emprender su viaje para reencontrarse con ellos. La gestión permitió que Javier pudiera tomar el transporte coordinado por la organización humanitaria desde Cúcuta hasta Bogotá.

Al llegar, el ICBF realizó una evaluación e indagó un poco más sobre la situación de la familia y determinó que el padre aún no estaba listo para asumir la custodia de Juan Carlos y José. No obstante, se generaron unos compromisos para que Javier pudiera contar con la reunificación.

Para ello, World Vision gestionó el alojamiento para el padre y el respectivo acompañamiento psicosocial para el proceso que vivía. Durante 15 días, Javier fortaleció sus capacidades con el fin de proteger a su familia por medio de diferentes estrategias con enfoques de protección integral y una crianza con ternura, en las que de vez en cuando participaron Juan Carlos y José con la supervisión de las entidades y la organización humanitaria.

Luego de un trabajo arduo y el compromiso de la familia de volver a estar juntos, el ICBF confirmó la entrega de la custodia de los adolescentes a Javier. Entre todos decidieron que era mejor volver a Venezuela, por lo que se apoyó con un transporte hasta Cúcuta.

Luego de un mes de la reunificación, World Vision realizó un seguimiento al caso. Juan Carlos y José siguen viviendo con su padre y se encuentran preparando todo lo necesario para poder retomar sus estudios. Si bien el camino fue difícil, juntos, como familia, están trabajando por nuevos sueños y metas.

*Para proteger la identidad de los adolescentes, se han cambiado los nombres.


El proyecto Esperanza Sin Fronteras se implemnta gracias al apoyo de Oficina de Población Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y World Vision.

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