SURGIENDO DE LAS CENIZAS CON VENESPERANZA

Marisol es una madre soltera que vive en el municipio de Malambo, Atlántico, tiene dos niños de 12 y 7 años. Desde hace siete años se encuentra separada del padre de sus hijos, razón por la cual ha tenido que luchar a diario para satisfacer las necesidades básicas de su hogar. Sin embargo, y con la llegada del COVID-19 al país, está tarea se volvió aún más difícil y desesperante. 

Antes de la pandemia, Marisol tenía un pequeño kiosco ubicado en alrededor del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez que le permitía generar ingresos para el sostenimiento de su familia. Pero, al ser madre soltera, debía llevar a sus hijos con ella al no contar con alguien que los cuidara. 

Al final, y para cuidar la salud de sus hijos y la de ella misma ante la inminente llegada del virus, tuvo que detener sus actividades. Marisol hizo parte de los desempleados a causa del inicio de la pandemia como lo registró el DANE en su reporte trimestral de marzo–mayo del 2020 en Barranquilla; en el que la tasa de desempleo fue de 14 puntos. 

Por esta razón, y gracias al programa VenEsperanza*, pudo volver a resurgir y contar con la ayuda que tanto necesitaba: 

“Me llamaron de World Vision desde este proyecto y me dijeron que me apoyarían pues había salido beneficiada. Fueron seis meses durante los cuales recibí la asistencia humanitaria y con la primera ayuda pude acceder a un buen mercado para alimentar a mis hijos”. 

Durante el tiempo en que Marisol recibió la ayuda, lo destinó en comprar vitrinas y distintos alimentos no perecederos para poder vender en su comunidad. Ahora tiene una pequeña tienda en casa, con esta puede generar ganancias que le permiten tener al día los gastos diarios, el colegio de sus hijos y los servicios del hogar. 

Actualmente, y debido al tercer pico de la pandemia que ya registra 241.473 casos en el departamento del Atlántico, sus hijos asisten a clases virtuales sin interrupciones en la comodidad de su casa. Ya no tiene que exponerlos bajo ninguna circunstancia, razón por la que se encuentra agradecida con el Proyecto VenEsperanza. Según Marisol: “fue precisamente esperanza lo que trajo a mi hogar”. 

*VenEsperanza es un programa de asistencia humanitaria multipropósito de emergencia para satisfacer las necesidades humanitarias más urgentes de personas en situación de mayor vulnerabilidad, como migrantes venezolanos, retornados colombianos y comunidades de acogida. Este es un programa gratuito que es posible gracias al apoyo de la población de los Estados Unidos junto con las organizaciones humanitarias: Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps, Save the Children y World Vision en apoyo a la respuesta humanitaria del Gobierno Nacional de Colombia.