SIN MIEDO A APRENDER Y LUCHAR POR LOS SUEÑOS

Dilcia del Valle es una mujer migrante en sus treintas proveniente del Estado Lara, conocido como la capital musical de Venezuela. Es alegre, compañerista y a pesar de las dificultades, es una mujer que ve en todo lo que la rodea una oportunidad de aprendizaje.

Llegó hace dos años a Colombia escapando de la crisis que vive el vecino país. La falta de alimentos y el no poder conseguir un empleo estable, la obligaron a tomar la decisión de abandonar su hogar y su tierra musical para buscar una mejor vida.

“Tengo dos años aquí en Soacha, Cundinamarca. Decidí venirme de Venezuela por toda la situación del país que ya todos conocemos. El viaje para mí fue terrible, porque me tocó venirme por trocha en la cual caminé seis horas de San Antonio a Cúcuta: un trayecto que en auto solamente dura dos minutos cruzando el puente. Fue una experiencia horrible que no quisiera vivir de nuevo”.

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Luego de esta travesía, pudo llegar a su lugar de destino cerca de la capital de Colombia para empezar a estabilizarse. Sin embargo, la situación no fue fácil y se encontró en un momento donde todo parecía perdido.

Fue en ese momento donde el programa VenEsperanza tocó a su puerta, no solo con asistencia humanitaria multipropósito, sino también con jornadas de aprendizaje en temáticas enfocadas a la formulación de un emprendimiento y ahorro.

El programa busca incentivar el ahorro comunitario, no solo dentro de un grupo de 8 a 10 personas, sino también al interior de las familias. Por medio de distintas actividades, compromisos y una lista a trabajar en cada sesión, les permite a los participantes generar un mayor capital.

“Estoy asistiendo a los talleres de VenEsperanza de World Vision de los grupos de ahorro y talleres de emprendimiento, los cuales son muy importantes para mí porque tú vas a un taller y sales prácticamente siendo otra persona. Gracias a estos espacios, hemos podido aprender muchas cosas: pulir cosas que ya sabíamos, y las que no sabíamos las hemos aprendido acá, como el tema de cómo ahorrar correctamente”.

Como Dilcia del Valle, muchos otros participantes de VenEsperanza aprenden sobre finanzas para mejorar su calidad de vida, pero no solo eso. Estos espacios buscan elevar la autoestima a la vez que se genera confianza para alcanzar todas las metas propuestas.

En este momento, Dilcia ya cuenta con un emprendimiento propio llamado ‘Antojitos Venezolanos y algo más’, donde busca crear una fusión de Colombia y Venezuela por medio de alimentos que puedan ser atractivos tanto para la población venezolana como colombiana. Seguirá trabajando para adquirir nuevos conocimientos y llevar su negocio a otro nivel.

*VenEsperanza es un programa que proporciona asistencia humanitaria a las personas migrantes y refugiadas venezolanas, colombianos retornados y miembros de las comunidades de acogida en Colombia. Este es un programa gratuito que es posible gracias al apoyo de USAID / Bureau de Asistencia Humanitaria junto con las organizaciones humanitarias: Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps, Save the Children y World Vision en apoyo a la respuesta humanitaria del Gobierno Nacional de Colombia.

Sobre World Vision

World Vision es una organización global de desarrollo, ayuda humanitaria y Advocacy (incidencia política y movilización), de principios cristianos, centrada en ayudar a las niñas y niños más vulnerables a superar la pobreza y experimentar la plenitud de la vida, sin distinción política, religiosa, de raza, etnia o género. En Colombia, World Vision tiene presencia nacional hace 43 años, acompañando la infancia y la adolescencia de miles de colombianos, desde dos enfoques: bienestar y protección integral con ternur