Reconociendo las comunidades más vulnerables de Cali
En 1981 y producto de la impresionante ola de desplazamiento forzado de la cual fueron víctimas las familias del Cauca, Nariño y Chocó, surgió un asentamiento a orillas del Río Cauca como una oportunidad de reconstrucción de vidas para diversos núcleos familiares, la mayoría de ellos afrodescendientes.
Tras armar sus viviendas improvisadas, sobre el jarillón del río o a orillas de la laguna Charco Azul y Pondaje, el sector fue denominado Agua Blanca para luego ser reconocido como la comuna 21.
Con el tiempo, los asentamientos fueron considerados de alto riesgo humanitario, por lo que en 2006 se creó un macroproyecto de vivienda, aprovechando un amplio y llano potrero al extremo de la ciudad de Cali, cerca al rio, en el cual se reubicarían las familias de la comuna 21 y personas en extrema vulnerabilidad.
Fue así como surgió el actual Potrero Grande, un barrio planeado en infraestructura, dotado de servicios públicos, carreteras, escenarios educativos, culturales y sanitarios, los cuales tiempo después se evidenciarían como insuficientes. Hoy viven en Potrero Grande, cerca de 30.000 personas, de las 108.000 que componen el distrito de Agua Blanca o comuna 21.
Una historia de similar origen es la que enmarca a la comunidad Pampas del Mirador, parte de la comuna 18 de la ciudad de Cali, y que tiene como raíces el mismo fenómeno de desplazamiento forzado a causa del conflicto armado que obligo a miles de familias a dejar atrás sus hogares originarios, en las zonas rurales, y buscarán nuevas oportunidades de vida al borde de los cascos urbanos.
La comunidad surge aproximadamente hace 19 años, los cuales, en su gran mayoría, ha estado en proceso de legalización. Por lo mismo, el barrio presenta déficit en atención de salud, bajos ingresos, dada la informalidad laboral de sus habitantes, escolaridad deficiente, servicios públicos de baja calidad, altos índices de embarazo adolescente, problemáticas relacionadas con el consumo de drogas, violencia y maltrato, delincuencia, violencia sexual, entre otras situaciones de alta vulnerabilidad que afectan principalmente a la niñez.
World Vision Colombia, a través de sus programas “Construyendo Vida con Esperanza” y “Mirador de un Sueño”, desde 2010, ha venido realizando acciones de atención entorno a la protección y bienestar de las niñas, niños y jóvenes que viven en estas comunidades de alta vulnerabilidad.
El programa “Construyendo Vida con Esperanza”, se centra en la atención de la niñez y juventud presente en la comuna 21, impactando 2.289 niñas, niños y jóvenes. Por su parte, “Mirador de un Sueño” centra su atención en la comunidad de Pampas del Mirador, impactando 2.414 niñas, niños y jóvenes.
Como parte de las acciones de bienvenida al nuevo director nacional de World Vision Colombia, Peter Gape, se adelantó una visita a estas comunidades donde la organización desarrolla diversos programas de atención en bienestar y protección a la niñez y juventud, con el objetivo de reconocer las necesidades de intervención y la integración de la dirección nacional con el equipo de voluntariado comunitario.
La jornada también contó con actividades lúdicas para las niñas, niños y jóvenes de las comunidades, quienes a través de pintura y el juego pudieron compartir espacios seguros de recreación y deporte, como parte de las acciones para garantizar el derecho de los niños al deporte, juego y recreación, establecido por la convención de Derechos del Niño.
