La preparación salva vidas

De acuerdo con los expertos en meteorología, se prevé una temporada 2022 muy activa, por encima del promedio, con 17 tormentas tropicales y nueve huracanes de los cuales cuatro alcanzarán la categoría 3 ó más en la escala Saffir-Simpson. A esto se añade la pandemia por la COVID-19, la inseguridad alimentaria y el aumento en la movilidad humana que también impacta a los países.

Los años 2020-2021 también trajeron un récord de 51 tormentas formadas, 21 de las cuales se convirtieron en huracanes, y de ellas, once superaron la categoría 3. En el 2020, los huracanes Eta & Iota devastaron comunidades ya vulnerables, exacerbando las necesidades humanitarias y la inseguridad alimentaria de las familias. Esto provocó la repentina reducción en el acceso y disponibilidad de alimentos y oportunidades de trabajo, la pérdida de los activos productivos y cultivos y afectó las reservas de alimentos. Las familias todavía no logran recuperarse de estos impactos climáticos. Los medios de vida de la población rural están devastados y las perspectivas climáticas amenazan aun más a los grupos de población más vulnerables. Para sobrevivir a las crecientes limitaciones para acceder a los alimentos y al rápido deterioro en su seguridad alimentaria y nutricional, algunas familias adoptan estrategias negativas de sobrevivencia como el trabajo infantil y la mendicidad, como lo señalan agencias como la FAO y el PMA. En este contexto, World Vision colabora con los sistemas nacionales de prevención, actores humanitarios y organizaciones de base de fe apoyando las acciones de preparación frente a desastres, incluyendo la actualización de los planes de prevención de las comunidades, fortalecimiento de capacidades del liderazgo comunitario, apoyo a los sistemas Municipales de Protección Civil en la identificación de sitios peligrosos, elaboración de mapas de riesgos y recursos, pre posicionamiento de insumos humanitarios y acciones de educación a la niñez mediante plataformas digitales -y de manera presencial en sus escuelas- para resaltar la importancia de estar preparados.

La experiencia en World Vision nos enseña que la preparación salva vidas. Nuestros equipos nacionales, con apoyo de donantes privados y particulares, tiene la capacidad para suplir las necesidades humanitarias de más de 500.0001 de personas en caso de la ocurrencia de inundaciones o deslizamientos de tierra generada por fuertes lluvias de un huracán.

Reafirmamos el análisis del Grupo Regional Inter-agencial de Riesgo, Emergencia y Desastres de América Latina y el Caribe (REDLAC), del cual WV LAC es un miembro activo, al mencionar que Centroamérica ha experimentado un acelerado crecimiento demográfico urbano en las últimas décadas, donde más de la mitad de la población centroamericana vive en ciudades. Como consecuencia de ese rápido proceso de urbanización, la región carece de las condiciones básicas para atender concentraciones tan altas de población en sus ciudades. El crecimiento de población urbana ha sido acompañado por rezagos en el suministro de viviendas, infraestructura y servicios básicos, aumentando la vulnerabilidad de amplias capas de población a fenómenos externos.

En preparación para la temporada de huracanes, los equipos de respuesta humanitaria y emergencias de World Vision se reunirán en Panamá, a inicios de junio, para abordar la preparación frente a la temporada de huracanes. Al encuentro acudirán representantes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos, para compartir sus estrategias de preparación subregional. La colaboración permitirá la actualización que anualmente World Vision realiza de su Plan Regional de contingencia y respuesta para hacer frente a las emergencias que pudieran surgir producto de la temporada de huracanes.