JORNADAS DE AUTOCUIDADO Y HÁBITOS SALUDABLES PARA LA NIÑEZ
Junto a más de 6.000 niñas y niños de los programas de atención de World Vision en la ciudad de Cali, desde el mes de abril se vienen desarrollando las jornadas de sensibilización ante el autocuidado y hábitos de higiene saludables en alianza con la Red de Salud ESE Oriente y el puesto de salud de Potrero Grande.
Las jornadas han permitido estimular en niñas y niños el autocuidado, promoviendo la construcción de entornos saludables donde se potencien en las familias mensajes de protección de la niñez frente a los diferentes tipos de violencia, especialmente durante su permanencia en casa y asociado un espacio seguro con el cumplimiento de las normas de bioseguridad frente al COVID-19.
World Vision también aprovecho las jornadas para hacer la entrega de 6.728 kits de higiene para niñas, niños y familias vinculadas, fortaleciendo las capacidades de protección y prevención del contagio contra el COVID-19 y hábitos de higiene personal.
Además, se desarrollaron actividades para socializar la línea de atención “CON VOZ” que la ONG tiene activa para atender situaciones que pongan en riesgo a la niñez en materia de violencia, abuso, explotación, maltrato entre otros temas.
La iniciativa permitió unir acciones con el centro de salud de Potrero Grande, una de las comunidades más vulnerables de la capital vallecaucana, donde se realizaron jornadas médicas y de vacunación para niñas y niños que tenían pendiente completar su esquema, así como la realización de limpieza dental a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, además de chequeos médicos generales.
De esta forma, World Vision y sus aliados siguen adelante con su compromiso inquebrantable con la atención a la niñez y comunidades más vulnerables impactando con acciones de bienestar y protección a más de 58.000 niñas, niños y adolescentes patrocinados en la organización y más de 77.000 niñas, niños y adolescentes no patrocinados que viven en las zonas de incidencia de los programas de atención.
Un compromiso que nos permite desarrollar programas y proyectos de atención bajo enfoques claros de:
- Reducción de violencias contra la niñez, con énfasis en violencia familiar, escolar y sexual.
- Atención a la niñez en emergencias, teniendo en cuenta a la niñez migrante, en contextos de conflicto armado y contextos de desastres y catástrofes.
- Desarrollo de medios de vida y oportunidades económicas para adolescentes y jóvenes.
- Educación de calidad apoyando en la garantía para su acceso y permanencia.
