Con los niños, Cali dará un salto de la violencia a la paz
Resolver conflictos, gestionar cambios y promover una cultura de paz es lo que han aprendido cientos de niños y niñas. Se busca que contribuyan a transformar las difíciles realidades que se viven en la capital del Valle.
Cerca de 100 niños y niñas vallunos, líderes en sus comunidades y pertenecientes al Movimiento Nacional Gestores de Paz, recibieron herramientas para la resolución de conflictos y la promoción de una cultura de paz al interior de sus comunidades. World Vision Colombia y la Universidad Autónoma de Occidente aunaron esfuerzos para llevar a cabo Caminos de Paz, una iniciativa de integración y aprendizaje, en torno a la paz y no violencia.
En Cali, según autoridades locales, mueren tres personas diariamente de forma violenta debido, en su mayoría, a la presencia de 32 pandillas responsables de la tercera parte de las muertes en la ciudad. Este indicador evidencia que los adolescentes y jóvenes, de la capital vallecaucana, son los principales victimarios de homicidios, tráfico de estupefacientes y delincuencia común; una realidad que podría transformarse si se llevan a cabo acciones comunitarias de base que involucren a los mismos niños, niñas y adolescentes.
“En mi comunidad hemos visto cómo varios jóvenes que eran pandilleros ahora son nuestros compañeros en el movimiento. Nosotros somos gestores de cambio y lo estamos logrando”, dijo Lina, una de las adolescentes que participó en uno de los espacios de la iniciativa Caminos de Paz. Como ella, varios pudieron hacer parte de las actividades que tenían como propósito fomentar, en la niñez y adolescencia, una reflexión sobre la importancia de que promuevan la paz y la sana convivencia, involucrándose en los asuntos de sus entornos comunitarios, locales, departamentales.
Son más de 4 mil personas en todo el país las que hacen parte del Movimiento Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes Gestores de Paz, acompañado por la ONG World Vision Colombia. Por medio de la pedagogía, la recreación y la incidencia política han logrado contribuir a que las comunidades sean más seguras y libres de violencia. Ahora, gracias al trabajo articulado con la Universidad Autónoma de Occidente, se espera que Gestores de Paz se conviertan en mediadores para resolver los conflictos en sus barrios, así como también en líderes que incentiven buenas prácticas entre adolescentes y jóvenes.
