CLUB DE PINTURA PARA LA NIÑEZ MÁS VULNERABLE

Como parte de los procesos de recuperación y establecimiento de entornos protectores para las niñas, niños y adolescentes de las comunidades más vulnerables de Piedecuesta, se lleva a cabo el Club de Pintura junto a niñas, niños, adolescentes y jóvenes quienes aprenden y comparten la importancia del arte.

16-03-2021
La iniciativa ha permitido que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes se conviertan en agentes de paz.

El Club de Pintura viene desarrollando acciones de embellecimiento comunitario a través de la creación de murales que buscan expresar el poder de resiliencia de las comunidades en medio de la pandemia por COVID-19, permitiendo la libre expresión de la niñez participante y un espacio seguro para compartir a través del arte dinámicas de sana convivencia y construcción de paz.

La iniciativa, desarrollada en el marco de las Escuelas de Paz, ha permitido que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes se conviertan en agentes de paz y cambio en su vida, sus familias y sus comunidades, protegiéndose ellos mismos, tratando a los demás con respeto y tolerancia, y cooperando para crear entornos seguros para todos.

“Como formador voluntario me encuentro muy feliz de compartir todo mi conocimiento con los jóvenes, pues ellos son unos jóvenes muy pilosos, les gusta mucho el arte, la poesía, la música; mi conocimiento lo quiero compartir con ellos para que le quede en su mente y corazón, para que el tiempo que tienen libre lo aprovechen al máximo, y se puedan desconectar un poco de la virtualidad y enfocar sus habilidades en las artes plásticas, para que cultiven sus talentos”, afirma Juan Pablo, voluntario Club de Pintura.

De esta forma, World Vision sigue adelante con sus jornadas pedagógicas y de establecimiento de espacios seguros para la garantía de los derechos de la niñez más vulnerable, facilitando los medios para la expresión libre de las niñas, niños y adolescentes, apoyándolos en su empoderamiento como gestores de ambientes de sana convivencia y paz.             

                

“Realizar el mural es algo muy bonito porque podemos expresar nuestros sentimientos, todo lo que tenemos por dentro de nuestro corazón, el arte como el mural que realizamos es abstracto, nos sirve para fortalecer nuestra creatividad, nuestra imaginación, nuestro compañerismo; los que estamos pintando el mural nos sentimos muy alegres y unidos, nos integramos como amigos y familias de mi comunidad. Se siente muy bonito porque el dibujo muestra una parte de nosotros que muchas veces desconocemos, y nosotros mismos debemos saber que somos capaces de hacer una cosa y otra, nos ayuda a no ser tímidos, expresarnos con mucho respeto;  el arte me ha demostrado que puedo realizar muchas cosas, el mural fue muy significativo porque nos unió como comunidad, niños jóvenes adultos en un mismo sentir”, afirma María, 14 años al finalizar la jornada.
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