CAMINANTES: RUTAS Y SUEÑOS DEL SUR

466 kilómetros entre Cali e Ipiales son recorridos todos los días por aproximadamente 2.300 niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos migrantes venezolanos, en su gran mayoría, quienes paso a paso buscan alcanzar el sueño de una mejor vida para sus familias o retornar a su natal Venezuela para reencontrarse con sus familias.

22-11-2021

Acorde a las más recientes cifras de Migración Colombia, al mes de agosto de 2021, más de 1.800.000 migrantes venezolanos se encuentran en el país, de los cuales el 7,15% se ubican en el departamento del Valle del Cauca, 0,76% en Cauca y 0,66% en Nariño, sumando cerca de 160.000 niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos a lo largo de la región Suroccidente del país, la cual limita con el Ecuador y se ha convertido en un punto de flujo migratorio importante dentro de la actual emergencia.

Una realidad en la que se viene evidenciando una gran cantidad de necesidades básicas insatisfechas en la población migrante y retornada como el acceso a alimentos, la atención médica básica, el alojamiento y la documentación que les permita permanecer de forma regular en los países de destino.

Además, el incremento en el flujo de la población migrante trajo consigo un aumento en la demanda de servicios a nivel nacional, sobrepasando las capacidades de las instituciones nacionales, departamentales y locales para dar una respuesta eficiente y efectiva, lo que implica un impacto en el acceso a derechos y servicios tanto de la población migrante, como de las comunidades de acogida.

Origen de la ruta migrante sur: Cali – Ipiales

Desde el mes de marzo de 2021, World Vision viene adelantando el acompañamiento y análisis a las diferentes rutas migrantes a lo largo del país, con el objetivo de identificar las necesidades de la población migrante en tránsito, así como otras organizaciones sobre las rutas migratorias, logrando acompañar tres tramos de uno de los trayectos con mayor flujo de personas caminantes entre Bogotá y Cúcuta.

Un ejercicio que permitió la realización del informe “Experiencia de exploración en tres rutas usadas por migrantes caminantes”, así como el asentamiento de las bases para la instalación del Punto de Atención Integral Berlín (PAIB) para brindarle apoyo a la población migrante en el Páramo de Berlín, Santander.

Con base en los hallazgos de esta primera ruta migrante, World Vision y su equipo comenzó a preguntarse por el panorama y necesidades de la población migrante a lo largo de la ruta Bogotá – Ipiales, la cual cruza gran parte del territorio nacional y evidencia un importante flujo de personas, siendo Cali el mejor punto de inicio al representar una de las ciudades receptoras con mayor número de población migrante como se evidencia en el informe de Migración Colombia, cerrando agosto de 2021 con 84.160 niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos migrantes venezolanos en su territorio.

Una población que, acorde a recientes estudios se moviliza constantemente hacia la frontera colombo ecuatoriana en búsqueda de cruzar a los países vecinos del sur, evidenciando para el tercer trimestre del 2021 un flujo de cerca de 2.300 personas por la región suroccidental.

Kilómetros de sueños al sur del país.

A lo largo de los 466 kilómetros de la ruta entre Cali – Ipiales, día a día miles de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus familias se mueven al borde de las transitadas carreteras de los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño con el objetivo de llegar a diferentes regiones de Colombia o países vecinos, como Ecuador, Perú y Chile a través de rutas y pasos irregulares (trochas), debido al cierre de la frontera entre Colombia y Ecuador.

Una ruta migrante que en su gran mayoría es transitada por hombres (72%) y mujeres (28%), de nacionalidad venezolana (95%), pese a que se evidencian nacionalidades alternativas como haitianas y colombianas. Un contexto en el cual la presencia de jóvenes de 18 a 28 años de edad es preponderante (49%), seguida de grupos de personas de 29 a 58 años de edad (41%) y población mayor de 59 años (10%).

Una población que en su gran mayoría están llegando desde Venezuela para poder seguir su tránsito hacia países del sur de la región (72%), dejando un porcentaje muy bajo que familias que buscan radicarse en Colombia (25%). Hecho que ha llevado a gran parte de los “caminantes” a exponerse a largas jornadas de tránsito en las vías del país promediando un tiempo de 10 a 30 días movilizándose entre los diferentes municipios de la región, los cuales en su gran mayoría los han recorrido a pie (85%) o a por medio de lo que ellos denominan “cola” (69%), que es el transporte informal a través de “autostop” que hacen espacialmente a los camiones de carga.

Niñez migrante y caminante al sur

Uno de los objetivos de la ruta Cali – Ipiales fue el de escuchar las voces de las niñas, niños y adolescentes caminantes para conocer sus emociones, necesidades y preocupaciones. En el recorrido adelantado por World Vision a lo largo de la ruta migrante sur se evidencio la presencia de una gran cantidad de población infantil, especialmente niñas y niños de 0 a 11 años de edad (57% de la población caracterizada). Una población que en su gran mayoría representa el grupo de mayor vulnerabilidad sobre la ruta (90% niñas y 72% niños caracterizados como los más vulnerables).

Y es que a lo largo del recorrido, el equipo en terreno de la ONG internacional logró evidenciar múltiples riesgos a los cuales se ven sometidos las miles de familias migrantes que recorren paso a paso los largos kilómetros en búsqueda de un sueño y mejores oportunidades de vida, trabajo, educación, entre otras motivaciones que los llevan a enfrentarse a serios peligros como:

  • Hurto o robo de sus pertenencias (46%)
  • Xenofobia (31%)
  • Intimidaciones o amenazas (21%)
  • Violencia física (18%)
  • Tratos degradantes o despectivos (10%)
  • Violencia y explotación sexual (6%)
  • Extorción (5%)
  • Otros (13%)

Por otro lado, a partir de los diálogos adelantados en la ruta, se identificó que la percepción de las niñas y niños con respecto a sus emociones y necesidades varía de acuerdo con los rangos de edad. Por ejemplo, en los rangos de tres (3) y los 11 años de edad el recorrido es casi como una aventura; mientras que las y los adolescentes asumen el trayecto con mucho más miedo e incertidumbre por las circunstancias que han tenido que enfrentar o por lo que otras personas caminantes les han dicho.

Si bien es evidente el cansancio físico, el desgaste de sus ropas y expectativa por llegar a su destino, su alegría e ilusiones por lo que encontrarán más adelante se hacen presentes contantemente. Una situación que es visible en respuestas que relacionan poder encontrar un lugar que tenga juegos, televisión, conexión a internet, canchas para jugar fútbol o un lugar para colorear y seguir aprendiendo, pues muchos sueñan con retomar sus estudios, lo que en  muchos casos fue la razón para salir de Venezuela.


Sobre World Vision

World Vision es una organización global de desarrollo, ayuda humanitaria y Advocacy (incidencia política y movilización), de principios cristianos, centrada en ayudar a las niñas y niños más vulnerables a superar la pobreza y experimentar la plenitud de la vida, sin distinción política, religiosa, de raza, etnia o género. En Colombia, World Vision tiene presencia nacional hace 43 años, acompañando la infancia y la adolescencia de miles de colombianos, desde dos enfoques: bienestar y protección integral con ternura.

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