APRENDIZAJE, ESCUCHA Y RÉPLICA DEL CONOCIMIENTO

“He aprendido ahorrar. Le he enseñado a mis hijos también ahorrar e incluso ellos tienen en pequeño emprendimiento. Nunca pensé que fuera posible”, Lucelys, participante de grupos de ahorro en Montería. Conoce esta maravillosa historia.

14-04-2023
Omaira cerrando su proceso en los grupos de ahorro en Montería

De los graduandos de la segunda generación del grupo de ahorro de Montería denominado como ‘Tribu de Judá’, en Montería, se encuentra Lucelys, una mujer de 29 años, casada y con dos hijos de 10 y 7 años.

Antes de conocer esta metodología implementada por World Vision en la capital del departamento de Córdoba, Lucelys era muy tímida y le costaba relacionarse con las personas de su comunidad. Pensaba que estaba perdiendo oportunidades para tener amistades y, por ese medio, poder emprender para ayudar a su esposo con los gastos del hogar.

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“Yo empecé a orar al Señor porque yo quería poder ayudar a mi esposo con las obligaciones de la casa, poder emprender en algo y un día tuve la respuesta a mi plegaria. A través de Grupos de Ahorros de World Vision, empezamos las capacitaciones y en cada una, de ellas, me fui dando cuenta que si podía ahorrar, que si podía emprender algo con que contribuir en mi casa y en mí misma”, comenta Lucelys.

A lo largo de las jornadas de ahorro y aprendizaje, Lucelys descubrió nuevas habilidades pero sobre todo, la capacidad de ahorrar poco más de $20.000 pesos en tiempos determinados con sus compañeros de grupo, para llegar a un ahorro comunitario mensual de más de $100.000 pesos.

A partir de ello, Lucelys, pudo cumplir una de sus metas: apoyar a su familia con los gastos del hogar y empoderarse como mujer: “Esto me llevó a conformar un pequeño grupo familiar en el cual teníamos ventas de cerdo, ventas de carne asada, de galletas, pijamas entre otras. Todo lo aprendido trato de trasmitirlo a mi familia. En todas estas actividades me he podido destacar e incluso he aprendido hacer peinados, algo que no sabía que también puedo hacer, pero tal vez por pena, no lo hacía. Hoy doy gracias a Dios porque en cada una de estas actividades que he mencionado, me ha ido súper bien”.

En definitiva, Lucelys pudo fortalecer sus capacidades, pero también la de los demás. Con los ahorros que pudo lograr y los ingresos de sus emprendimientos, pudo ayudar a su madre a mejorar su vivienda: eso la llena de felicidad.

“Hoy mi meta con el favor de Dios es poder tener mi propio negocio estable: una miscelánea. También puedo decir que me siento empoderada, que ya no soy tan tímida como antes, aunque algunas cosas aun me cuestan, pero espero en el Señor que mejore y ponga en práctica lo aprendido con World Vision”.


Sobre World Vision

World Vision es una organización global de desarrollo, ayuda humanitaria, Advocacy (incidencia política y movilización), promotora de la justicia  y de principios cristianos, centrada en la protección integral con ternura de las niñas y niños más vulnerables, incidiendo en la superación de la pobreza extrema, la plenitud de la vida y la transformación humana.

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